Chacarita 1980-1990

Luego de llegar a la primera “C” y permanecer en esa categoría por sólo un año, Chacarita ya estaba de vuelta en la primera B con el simple objetivo de regresar a la primera división. El equipo campeón de la “C” tiene un récord que muy pocos saben, ya que es el equipo que más goles convirtió en la historia de los campeonatos argentinos, más de 100, y apenas recibió 15.
Ahora, ya en la segunda división, el equipo se preparaba sólo para lograr el ascenso. La situación económica que estaba atravesando el club por ese entonces no era la mejor y por eso la Comisión Directiva había decidido incluir a varios jugadores de la “cantera” para que nos representen en el campeonato. Las inferiores brindaron jugadores como Enrique Borelli, Gustavo Yalve, Guillermo Rodríguez, el “Potro” Echaniz y Abramovich entre otros, a la primera del “Tricolor”.
En un torneo que fue de por si largo, ya que se jugaron 42 fechas, San Lorenzo de Almagro fue primero en la tabla general y acreedor de un pasaje a primera. Los 8 equipos que quedaron debajo (del segundo al noveno) jugaron un octogonal para definir otro ascenso más. Como no podía ser de otra manera “Chaca” entró entre esos 8 equipos, en la tercera posición, detrás del ya mencionado San Lorenzo, y Gimnasia y Esgrima La Plata. El choque de Cuartos de Final nos cruzó con Temperley. El equipo de San Martín, dirigido en esa época por Federico Pizarro, terminó derrotado, pero no por el “Gasolero” sino por sus propios hinchas, que invadieron el estadio provocando la suspensión inmediata del cotejo. Finalmente el tribunal de disciplina dio el partido por perdido a Chacarita y posibilitó que Temperley, quién finalmente ascendería, pasara de ronda.
Para 1982, y con el convencimiento de que el ascenso hubiese sido posible sin la estupidez siempre presente de 15 o 20 inadaptados, el plantel no varió demasiado ya que se tenía mucha fe para encarar esta nueva temporada, que finalmente tendría un destino invariable y por 365 días más, debíamos mantenernos en la primera B.


Un tal Juan Manuel Guerra:

Era 1983 la situación del “Funebrero” era caótica, porque el equipo había arrancado mal y además era conducido por la propia sub comisión de fútbol. Como si todo esto fuera poco, el estadio estaba permanentemente inhabilitado debido a su infraestructura. El torneo ya era con descenso y hasta la undécima fecha Chacarita sólo tenia un punto y estaba anteúltimo en la general y último en su zona. Con todo este panorama más que desalentador llegaría una pequeña luz de esperanza llamada Juan Manuel Guerra, “Don Manuel”.
Guerra ya había trabajado en Chacarita en 1969, cuando se logró el campeonato, y estaba trabajando en Lanus. Una vez que Don Manuel ya estaba trabajando con el plantel comenzó a depurar el plantel y darle el protagonismo a todos los jóvenes de club. Los triunfos comenzaron a llegar solos y para el fin de ese torneo, luego de una victoria en la última fecha, se logró terminar en el 4º puesto. Claro el comienzo había sido tan malo que nadie tenía la certeza de poder entrar al octogonal, y menos, mucho menos, de lo que después sucedería.
El rival en cuartos sería Tigre, en donde, después de una decisión del plantel de no concentrar, la hostilidad de la gente fue tal, que cuando el equipo empató el partido en uno con gol de Godoy, los hinchas invadieron el campo para robarle la ropa a los jugadores. Una semana más tarde los 90 minutos terminarían 2 a 2 y habría que jugar el alargue, que finalizó con idéntico resultado. Pero todo quedaría resuelto en los penales donde “Chaca” obtuvo un 5 a 4 en su favor y pasó de ronda. En semifinales debía enfrentar a Italiano para llegar a la tan ansiada final. El “Tricolor” ganó los dos partidos por 1 a 0 y se aseguró una plaza en la final frente a Los Andes.
La primera final se jugó en el estadio de River Plate, debido a que Chacarita seguía con el estadio clausurado. Con un marco imponente de “funebreros”, ya que asistieron más de 35 mil personas, el “local” derrotó por 2 a 0 al conjunto de Lomas de Zamora con goles de Fonseca Gómez. Pero todavía faltaban 90 minutos a jugarse en Lomas, con 40 grados de temperatura y un clima de 40.000 espectadores en el estadio, que estuvo totalmente colmado, sobre todo el sector visitante. Ese día Chacarita formó con Argueso; Abramovich, Giorgi, Ingrao y Cánova; Guillermo Rodríguez, Enrique Borelli y Marioni; Yalve, Godoy y Fonseca Gómez.
Cuando faltaban 10 minutos para el final, Chacarita ganaba 3 a 2 con goles de Giorgi en contra y Medina, tambien en su propia valla y Serrizuela ponía el segundo para Los Andes. En el segundo périodo Borreli marcaría dos. A los 88 minutos de juego la gente de “Chaca” invadió el campo para festejar el ascenso a primera. Pero lo deportivo quedó en el olvido porque los locales también invadieron el terreno desatando una terrible batalla campal. Finalmente, luego de 4 años de no participar en la máxima categoría del fútbol argentino, Chacarita regresaba para no irse nunca más, pero lamentablemente, no sería así.


El retorno a primera:

Para comenzar el campeonato de primera división a principios de 1984, una tremenda sanción por parte del tribunal de disciplina complicaría muchisímo la situación económica del club y del equipo en primera. La sanción era que por 30 días, a partir de ese 19 de febrero, cuando comenzaba el torneo, el club no podía ingresar dinero de ningún lado, y además se le clausuraba el estadio.
Con todos estos inconvenientes el equipo igualmente debía jugar. Con Antonio D´Accorso como nuevo D.T y Ernesto Giudice como nueva incorporación, Chacarita empezó una nueva etapa en su vida. La primera fecha del certamen fue frente a Atlético Tucumán en el estadio de Español, en donde el “Funebrero”, más allá de no recibir puntos debido a la sanción, derrotó por 3 a 1 a su par tucumano y festejó el regreso a primera con sus hinchas.
El “Tricolor” integraba la zona F (el campeonato eran 8 zonas de 4 equipos) junto con Atlético Tucumán, Kimberley e Independiente de Mar del Plata. Los dos partidos frente a los “Rojos” de Mar del Plata fueron derrotas, pero los otros 4 encuentros fueron victorias, de manera tal que si no hubiese sido por la sanción, Chacarita habría clasificado para la siguiente fase.
Ya para mediados de año, el equipo se preparaba para enfrentar el metropolitano, con un campeón mundial entre sus filas, como lo fue Leopoldo Jacinto Luque, quién alzó la copa del mundo con Argentina en 1978.
Con el correr de las fechas Chacarita estaba logrando los puntos necesarios para mantener la categoría. Así se llegó a la 30ª fecha en donde “Chaca” jugaría con Boca en San Martín y como no podía ser de otra forma el partido lo terminó la violencia. Más allá de que los incidentes los protagonizaron las dos hinchadas, el único perjudicado era obviamente Chacarita porque Boca era intocable, mejor dicho, es intocable. De esta manera hubo otra sanción mucho más férrea: obviamente el estadio quedaba clausurado pero el agregado era que el equipo debía jugar fuera del radio de Buenos Aires y su “corona” principal. Entonces el destino elegido fue Campana, donde el “Funebrero” jugó sus últimos partidos de 1984 y los primeros del nacional 1985.
Para el ya citado campeonato Chacarita volvió a quedar en la zona F, esta vez junto con Argentinos, Belgrano y Central Norte de Salta. Esta vez sin restricciones monetarias llegaron más refuerzos: Carlos Olarán, Rubén Bouza, como defensores, el arquero Juan Carlos Benítez y el delantero Amadeo Gasparini.
De los seis encuentros que disputó en el grupo, “Chaca” ganó 3 partidos y logró un empate, de manera tal que accedió a la próxima fase, en donde debía enfrentar a Newell´s. El primer encuentro se disputó en Rosario y el “Funebrero” rescató un empate a pesar de estar con 9 hombres. Ya de local, en Villa Dalmine, el partido terminó con derrota por 2 a 1 y ahora el “Tricolor” ingresaba a la ronda de perdedores, en donde se jugaba un sólo partido. El rival era Huracán y el estadio era Atlanta, porque la sanción seguía vigente sobre el estadio de San Martín pero ya se podía jugar en cualquier estadio.
El cotejo fue más que aburrido y muy friccionado, así que todo se definió en los penales. Chacarita logró una gran victoria por 4 a 3 desde los 12 pasos, con una gran actuación de Benítez, quién contuvo dos penales “Quemeros”. De esta manera “Chaca” seguía en carrera y debía enfrentar a San Lorenzo en la cancha de Ferro. Después de un encuentro duro, el “Tricolor” logró la victoria en el tiempo adicional por 2 a 0.
Así fue como se llegó a chocar otra vez con Newell´s, que venia de perder en la zona de ganadores. El conjunto rosarino volvió a derrotar al equipo de San Martín y de esta manera se terminaba el nacional 1985 para “Chaca”.
Ya en 1985 el nacional pasó a llamarse campeonato de primera división y se acababan las divisiones y distintos torneos. Sergio Giachello, Sergio Otero, Víctor Crema, Gustavo Crnko y Felipe Revelez fueron las incorporaciones para afrontar el torneo.
Cuando el campeonato estaba más que complicado, Don Manuel Guerra volvió a tomar la conducción del primer equipo. Sus dos primeros partidos fueron derrotas, contra Independiente y River respectivamente. El final de la primera rueda era más que preocupante y como agravante los dirigentes mantenía una importa deuda de salarios con los jugadores, por lo que estos no querían jugar hasta que se resolviese este conflicto.
El conflicto de salarios fue tal, que para 1986 quedaban disputarse 13 encuentros, y Chacarita no ganó ni uno. Guerra se quedó hasta el final y puso el pecho a la situación. Lamentablemente la situación fue inevitable y el equipo volvió a perder la categoria.


Otra vez en la B:

Con Chacarita ya en la B, la situación era caótica. Los terribles problemas económicos que tenia el club, los jugadores propios que quedaban libres (Abramovich, Yalve, Borrelli) y la enorme cantidad de juicios que pusieron en riesgo hasta el estadio. Los equipos eran mezquinos, ya que no habían ingresos para armar un plantel competitivo. Esos últimos años de 1980 fueron terribles y los diferentes planteles militaban en las últimas posiciones. Para fines de 1989 el club tenía 65 juicios y debía evitar el remate judicial. La crisis que atravesaba el club era tal, que a veces los jugadores debían pagar de su bolsillo las comidas y hospedaje en sus viajes al interior para enfrentar a los respectivos equipos. Con todos inconvenientes, la década de los 90 depararía un exitoso porvenir en lo futbolístico.